Miel ecológica
La miel es un fluido dulce y viscoso producido por las abejas a partir del néctar de las flores. Las abejas lo recogen, transforman y combinan con substancias propias y lo almacenan en los panales donde madura.
Las características físicas, químicas y organolépticas (sabor, textura, olor y apariencia) de la miel vienen determinados por el tipo de néctar que recogen las abejas.
Según su origen vegetal podemos clasificarlas:
Miel de Flores: La producida por las abejas a partir del néctar de las flores.
Se distinguen muchas variedades:
- Monofloral: predominio del néctar de una especie. Las más usuales son de romero, tomillo, brezo, eucalipto, lavanda, zarzamora, castaño, etcétera…
- Multifloral «mil flores«: del néctar de varias especies vegetales diferentes y en proporciones muy variables.
Mielato, Miel de Rocío o Miel de Bosque: Es la producida por las abejas a partir de las secreciones dulces de pulgones, cochinillas y otros insectos chupadores de savia de árboles o por la exudación de una melaza como en el caso de la encina o el roble.
La miel de flores es de distintos colores y se solidifica con el tiempo dependiendo de su procedencia vegetal y de la temperatura. Por debajo de 14ºC se acelera el proceso de solidificación.
Utilidades de la miel:
La miel se usa principalmente en la cocina y en la pastelería y para endulzar diversas bebidas, como el té e infusiones.
Se recomienda el consumo de la miel a temperaturas no superiores a 40°C, porque a mayor temperatura empieza a perder propiedades beneficiosas al volatilizarse principalmente las vitaminas.