El propóleo (própolis) es una sustancia que obtienen las abejas de las yemas de los árboles y que luego procesan en la colmena, convirtiéndola en un potente antibiótico. Con el propóleo cubren las paredes de la colmena, con el fin de combatir las bacterias y hongos que puedan afectarla.
El propóleo al recolectarse tiene una apariencia similar a una goma de mascar. Luego toma una forma granulosa y floja, de color ligeramente oscuro.
Se conserva en recipientes de vidrio, nunca de plástico, lejos del aire y de la luz.
Composición del Propóleo:
El propóleo tiene materias colorantes, los flavonoides, que son las más activas en el rol antiséptico del propóleo. Además de esta sustancia, contiene resinas y bálsamos (un 50%), cera de abeja (un 30%), aceites esenciales (un 10%), polen y diversos materiales minerales: aluminio, plata, bario, boro, cromo, cobalto, estaño, hierro y muchos otros. También contiene provitamina A y vitaminas del grupo B, especialmente B3.